sábado, 23 de febrero de 2013

El Síndrome Post-Aborto (II) - "Preguntas a la Psicología" (21/2/13 en Libertad Digital TV)

Síndrome Post Aborto
Monumento al Niño No Nacido (Eslovaquia)
Refiriéndonos a las consecuencias del aborto, a menudo oímos reclamar que las mujeres deberían poder acceder a más información sobre éste, aunque generalmente esta proclama la esgrimen quienes están a favor. Y es cierto que hay bastante “información”, más bien sesgada, que sibilina o descaradamente intenta convencer a la mujer de que “no pasa nada”. Sin embargo, no es tan fácil encontrar información en sentido contrario; por ejemplo, explicando el Síndrome-Post Aborto, y documentándolo con referencias a pruebas científicas objetivas. Y no es que no exista. Es que, pese a figurar en los manuales psicológicos y médicos, un velo de silencio cubre su mención en muchos estamentos oficiales o profesionales, y en medios de comunicación. Por no hablar de ciertos repositorios de “sabiduría” en Internet, de esos que se autocalifican como “libres”.

Recopilando información proveniente principalmente de libros y artículos de profesionales científicos, escritos con carácter individual, se puede concluir que el impacto que sobre la mujer tiene el acto de eliminación de la vida del bebé es diferente a corto, a medio y a largo plazo. Así, a corto plazo encontramos lo siguiente:
  • Sentimientos de desrealización y despersonalización, sensación de estar viviendo fuera de sí misma, como una realidad externa al sujeto.
  • Fuerte sentimiento de culpabilidad, con diferentes modos de afrontación,  o con pensamientos justificativos de tipo egocéntrico: “estoy mejor así”. O bien, con impacto en las emociones, por afrontación directa del problema: “no tenía que haberlo hecho”, “nunca podré perdonármelo”, “no quiero que se entere nadie”.
  • Alteración de la sensibilidad y la emotividad en la mujer.
  • Afectación negativa del mundo relacional de la mujer, con mayor tendencia al negativismo, a la desconfianza, o por el contrario a la promiscuidad, al abandono del pudor, el decoro y la propia estima corporal.
A medio plazo podemos destacar estos efectos:
  • Temor difuso e impreciso de la propia corporalidad, con mayor sintomatología hipocondríaca, con mayor vigilancia del organismo, en concreto del área sexual.
  • Mayores dificultades en el ejercicio de una responsabilidad adecuada, con conductas más inmaduras, infantiles e inseguras. Se pueden entregar a prácticas sexuales desordenadas, frecuentes cambios de pareja y sensación de infelicidad y frustración.
  • Miedo y en ocasiones fobia a nuevos embarazos, si son deseados, puesto que se perpetúa el hecho traumático en la memoria de la mujer. Si no son deseados, existe un desenfreno cognitivo, emocional y conductual que lleva a materializar nuevamente el crimen, con escaso o nulo criterio ético-moral.
Y finalmente, a largo plazo se registran éstas consecuencias:
  • Fuertes crisis neuróticas, con vidas muy contradictorias en sentimientos y emocionalidad.
  • Si logran ser madres, la crianza y el apego suele ser de inferior calidad, situándose en apegos ansiosos e inseguros como mecanismo de compensación al hijo abortado.
  • Pueden aparecer cambios de carácter y perceptivos, con manifestaciones relacionales más irritables, más impositivas, más demandantes, más agresivas, o más indefensas.
  • Mayor riesgo de padecimiento de sintomatologías psíquicas: depresión, cuadros obsesivos,  neurosis generalizadas, ideas de autolisis o baja estima y percepción de valía.
  • Proyectos vitales de más difícil consecución, con mayor inconsistencia en la toma de decisiones, y con fluctuaciones en sus comportamientos.
  • Mayores dificultades en el ejercicio de una responsabilidad adecuada, con conductas más inmaduras, infantiles e inseguras. Se pueden entregar a prácticas sexuales desordenadas, frecuentes cambios de pareja y sensación de infelicidad y frustración.
  • Miedo y en ocasiones fobia a nuevos embarazos. Si son deseados, puesto que se perpetúa el hecho traumático en la memoria de la mujer. Si no son deseados, existe un desenfreno cognitivo, emocional y conductual que lleva a materializar nuevamente el crimen, con escaso o nulo criterio ético-moral.
“El Síndrome Post-Aborto (II)” fue el tema tratado el pasado jueves 21 de febrero en nuestra sección "Preguntas a la Psicología" del programa "Es la Noche de César"

domingo, 17 de febrero de 2013

El Síndrome Post-Aborto (I) - "Preguntas a la Psicología" (14/2/13 en Libertad Digital TV)

Curiosamente, hoy en día los grupos pro-vida y los pro-abortistas están de acuerdo en una sola cuestión: demandan que se investiguen urgentemente las consecuencias que el hecho de abortar tiene sobre la mujer. Porque, aún desde posiciones radicalmente diferentes, ambos están de acuerdo en que el aborto tiene consecuencias importantes para la mujer, de índole psíquica en gran medida.

Estas consecuencias del acto de abortar derivan de una serie de factores predisponentes de dicho acto. Así, se ha contrastado que el perfil de la madre que aborta presenta una sintomatología psíquica previa que puede incluir varios de los siguientes rasgos:

  • Miedo intenso a la responsabilidad de afrontar una crianza.
  • Soledad en el estado gestacional, por abandono de la pareja. No existiendo lazos de indisolubilidad, se crea tensión y ausencia de la afectividad y el apoyo necesarios para afrontar el alumbramiento y la posterior crianza.
  • Percepción de carencia de medios económicos y de infraestructura para una crianza saludable y garante de una infancia segura. Esta percepción está muy influenciada por nuestra sociedad opulenta y materialista, donde nunca se tiene lo suficiente, ni es el momento adecuado para tener un hijo, el cual se posterga a tramos de edades muy maduros y como colofón a vidas en ocasiones demasiado egocéntricas o narcisistas.
  • Personalidades inmaduras, inseguras, excesivamente dependientes, que anteponen las necesidades y deseos del otro a las de ellas mismas.
 “El Síndrome Post-Aborto (I)” fue el tema tratado el pasado jueves 14 de febrero en nuestra sección "Preguntas a la Psicología" del programa "Es la Noche de César".

jueves, 14 de febrero de 2013

Adicciones a Internet - "Preguntas a la Psicología" (7/2/13 en Libertad Digital TV)

Las nuevas tecnologías han llegado y se han instalado entre nosotros: trabajamos, aprendemos, nos entretenemos y hasta nos enamoramos haciendo uso (y abuso) de ellas. Nos han simplificado significativamente nuestros quehaceres, y nos han cambiado profundamente nuestra vida diaria. En definitiva, han modificado nuestra forma de estar en el mundo.

Existen dos generaciones de usuarios de Internet, muy bien delimitadas según su escenario vital y su momento de relacionarse con estas tecnologías. De un lado, los más jóvenes, que ya han nacido y crecido dentro del universo digital; son los llamados nativos digitales. De otro, los mayores (por ejemplo, muchos de los padres de aquellos jóvenes), que todavía tienen un perfil de dominio tecnológico bajo; son los llamados inmigrantes digitales.

Ya muchos niños se conectan a Internet antes de los 11 años, pero es a partir de esta edad cuando comienzan a hacerlo regularmente, con propósito de estar integrados en la sociedad que les rodea a través de la red y haciendo uso de las nuevas tecnologías. Sin conocer excesivamente los peligros que ello entraña, se sumergen en el entorno más potente de Internet: las redes sociales.

El objetivo primordial de las redes sociales es conseguir una interacción sencilla, rápida y con un acceso masivo a diferentes individuos. Son como una gran plaza o foro donde se pueden compartir experiencias, emociones, pensamientos, opiniones, fotografías y biografías. En estas redes se vuelcan emociones, proyectos, vivencias, sufrimientos, anhelos y debilidades, que por lo inmediato y anónimo no parece que vaya a tener ningún tipo de trascendencia, excepto la liberación de miedos o soledades. A menudo son diarios personales, escritos y publicados en la gran plaza pública que es Internet.

“Adicciones a Internet” fue el tema tratado el pasado jueves 7 de febrero en nuestra sección "Preguntas a la Psicología" del programa "Es la Noche de César".

sábado, 9 de febrero de 2013

El Síndrome de Asperger - "Preguntas a la Psicología" (7/2/13 en Libertad Digital TV)

El Síndrome de Asperger debe su nombre a Hans Asperger, médico y pediatra austriaco (1906 – 1980), quien en su tesis doctoral ya describía los casos de cuatro niños con este trastorno. Años más tarde (1981), Lorna Wing utilizó por primera vez el término “Síndrome de Asperger” para describir este trastorno, para el que definió seis rasgos diferenciales:
  1. El sujeto tiene un habla sin retraso, pero de contenido extraño, pedante o estereotipado 
  2. Expresión gestual pobre, gestos inapropiados, voz monótona 
  3. Falta de reciprocidad y de empatía en las interacciones sociales 
  4. Invarianza al cambio, resistencia a cambiar los ritmos y gusto por las repeticiones 
  5. Postura extraña, movilidad torpe 
  6. Buena memoria de repetición, intereses muy limitados. 
Cerebro de un joven con Síndrome de Asperger
Cerebro de un joven con Síndrome de Asperger
Aunque encontramos el Síndrome de Asperger generalmente encuadrado dentro de los trastornos de espectro autista, posee características diferenciales que le confieren entidad propia. El propio Hans Asperger ya identificó los principales síntomas que diferencian a las personas con este trastorno de las que presentan el perfil típico de los autistas:

  • Poseen mejores capacidades lingüísticas.
  • En cambio, tienen peores destrezas motoras.
  • Sus capacidades de pensamiento son más originales.

Hoy en día, el Síndrome de Asperger se considera primordialmente un trastorno severo del desarrollo, de base neuro-biológica, en el cual existen desviaciones o anormalidades en diversos aspectos del desarrollo que conllevan severas y crónicas incapacidades en lo social, conductual y comunicacional.

 “El Síndrome de Asperger” fue el tema tratado el pasado jueves 7 de febrero en nuestra sección "Preguntas a la Psicología" del programa "Es la Noche de César".