No puede haber comunicación sin una verdadera escucha. Y no es lo mismo "oír" que "escuchar": el primero es un proceso pasivo y no comprometido, mientras que el segundo es activo, implicado, y más centrado en el otro (el "escuchado") que en nosotros mismos. Oír es fácil; escuchar es un arte que hay que cultivar.
En esta línea se desarrolló el tema "La Escucha y la Comunicación", tratado el pasado jueves 2 de febrero en nuestra sección "Preguntas a la Psicología" del programa "Es la Noche de César".
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