El humor es, en esencia, una forma de juego social que nos permite obtener un placer emocional a partir de la incongruencia graciosa. Mas siendo un asunto de por sí “gracioso”, el humor está al servicio de aspectos emocionales y psíquicos muy serios que han contribuido a nuestra supervivencia como especie. En efecto, el principal beneficio del humor es el placer que lleva asociado el disfrute mismo de dicho humor.
A medida que los humanos íbamos desarrollando habilidades cognitivas y lingüísticas para la interacción grupal, las relaciones y sociedades se fueron complicando, y la risa y el humor también se fueron afinando en base a esa funcionalidad, pasando a usarse para facilitar la comunicación y la influencia social, el alivio de las tensiones y el afrontamiento del sufrimiento.
Por tanto, las funciones psicológicas del humor se agrupan en tres grandes categorías:
1.-Beneficios sociales y cognitivos de la hilaridad.
2.-Uso del humor para influencia y comunicación social
3.-Alivio de tensión y sufrimiento.
Funciones cognitivas y sociales de la hilaridad.
En el pasado los psicólogos se centraron en las emociones negativas y en su investigación: llanto, la tristeza, el miedo o la hostilidad. Actualmente, se ha visto el beneficio y la investigación fructífera de emociones positivas como la risa, la hilaridad, la alegría o el amor.
Alice Isen descubrió que las personas que potenciaban habilidades para disfrutar del humor e impulsaban emociones positivas como la risa o la hilaridad, demostraron en pruebas psicométricas específicas mayor flexibilidad cognitiva, mayor creatividad, memoria más eficiente, discernimiento más eficiente, más conductas prosociales y mayor responsabilidad en principios de integridad.
A diferencia de las emociones negativas que se comportan como un foco intenso y reducido, que nos hipercentran y obsesionan, las emociones positivas que generan el humor y el ingenio son como una linterna que alumbra más posibilidades y contextos, liberando la tensión de lo negativo.
Las emociones positivas desempeñan un papel social clave en tres aspectos:
- Identificación de potenciales compañeros para una interacción positiva
- Desarrollo, negociación y gestión de relaciones
- Organización colectiva.
Comunicación e influencia social.
Cuando las personas se embarcan diariamente en la clave del humor como base de su interacción social, normalmente tienen otros fines que el propio placer o divertimento. Muchos tienen la meta subconsciente de impresionar con sus gracias, hacer amigos u obtener aprobación.
Muchas veces se utiliza para transmitir mensajes implícitos e influir en los otros. El humor es una forma particularmente útil en situaciones en las que un modo más serio y directo corre el riesgo de ser demasiado confrontador, embarazoso o arriesgado. Por tanto, el humor puede ser un medio para allanar conflictos y tensiones entre la gente.
El humor también puede ser muy coercitivo, agresivo y manipulador. El humor no es necesariamente ni benevolente, ni prosocial. El humor prosocial implica normalmente dos personas; el humor agresivo implica tríos o grupos: al hablante que comunica el sarcasmo, los oyentes que lo jalean, y la víctima que lo padece. El blanco puede estar o no presente, puede ser un individuo o todo un colectivo, pero siempre el humor sobre la víctima es despreciativo. La práctica de este humor sirve para reforzar la cohesión grupal del grupo sarcástico y enfatizar sus diferencias con la víctima.
Por consiguiente, la hilaridad o la risa también pueden conseguirse a partir de la humillación de otra u otras personas. Es un humor pasivo, puesto que se nutre de las desgracias del otro.
Las formas agresivas de humor también se utilizan para hacer reconvenir a otros sobre el cumplimiento de las reglas sociales.
Alivio de tensión y afrontamiento de la adversidad.
Otra función del humor muy destacada es su validez en el afrontamiento del estrés y la adversidad. El humor ofrece a los individuos un camino para cambiar la perspectiva sobre una situación estresante, reconsiderándola desde un nuevo punto de vista menos amenazador.
La emoción positiva de hilaridad que acompaña al humor sustituye a la sensación de ansiedad, depresión o enojo. Así el humor es un regulador que contribuye a la salud mental. El humor es una forma de evitar vernos superados por las personas o situaciones que amenazan nuestro bienestar.
Las dificultades que antes parecían angustiosas y abrumadoras pueden antojarse cómicamente disparatadas y dar pie a disfrute y sonrisa.
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